domingo, mayo 04, 2008

La familia Melendez en los Estados Unidos, es bastante grande. Originalmente de San Jacinto, San Salvador, El Salvador - Por vía de Guatemala y Francia, ahora ubicada, principalmente en el sur de California. Hay algunos regados por San Francisco y sus alrededores y algunos otros en Missouri.


Ayer nos reunimos a compartir un rato para celebrar a una mas de nuestras niñas que se gradua de bachillerato (high school). No eramos muchos, solo habiamos veintiuno. Dos que vinieron de Missouri y los demas de por aqui nomas. Cinco de los presentes tienen planes de moverse para Texas el próximo mes. Y entre platica y platica se escucho decir que otros tres han comprado una casa en Carolina del Sur y se movera en las proximas semanas.


Es que somos como noventa o mas....veamos


Tina, Roberto, Marta, Valen, Natalie, Matthew, Isabella, Tita, Chota, Luis, Jocelyn, Antoinette, Willie, Juan, Vicky, Danielle, Valerie, Jacob, Rolando, Mario, Ivonne, Lalo, Cara, Barbie, Mark, Jessie, Tey, Lupe, Frida, Xio, Saul, Vanessa, Chepe, Gloria, Karen, Emiliano, Julian, Aimee, Sydney, Lupita, Norma, Mauricio. Meche, Ana, Lucinda, Mark, Manfredo. Sara, Joe, his wife and the twins, Tony, Lynn, Marissa, Andres, Mayela, Robert, Crystal, Brenda, MaryLou, Ray, Ray Jr., Desiree, TonyLynn. Tarcisio, Jorge, su esposa y sus dos niños, Ricardo, Chisuro y sus dos hijos, Jaime, Teresita y Mike, su esposa y sus dos hijos. Memo, Rina su hijo y su hermana. Ernesto su esposa e hijo. Faltan los hijos de Meche. Tenemos enterrados aqui a Tia Lidia, Tia Narci, Tio Chane, Tia Irma y a Mauricio.

En El Salvador hay otro montón de estos Melendez. Descendientes de Don Ramon Melendez Leyva y Doña Guadalupe Feussier Ebora. No está mal. No está mal.

sábado, febrero 23, 2008

Salad Dressing


Algunas veces me encuentro como en un trance de zombie...por alguna razón desconocida para mi, ando caminando como personaje de la Dimensión Desconocida.

Esta tarde me fue mal. Estaba tratando de limpiar la cocina, y tenía trastes que enjuagar y poner en la lavadora de trastes; yo no se que pasó, pero de pronto le di vuelta a un plato que tenía un trastecito con aderezo cremoso de ensalada; el aderezo, cayó sobre los vasos limpios que estaba sacando de la lavadora, ¡Gran relajo!, hube de dejar los vasos allí para que se laven de nuevo, recoger las manchas de aderezo del suelo y por fín, continuar con lo que estaba haciendo. De pronto me doy cuenta que tengo la pierna izquierda del pantalón toda llena de cremoso aderezo, ¡Las manchas me llegaban hasta el zapato! Agarré unas toallas de papel, y me limpié el pantalón, mojé una toalla de cocina con agua caliente y me lo pasé sobre las manchas, me lavé y sequé las manos. Acto seguido continué sacando los trastes limpios de la lavadora, un plato tenía unas gotitas de agua todavía, y no se porque decidí secarlo con esta toalla de papel que estaba allí, a la mano. ¡Llené el plato de aderezo cremoso! ¡Era la toalla con la que me limpie el pantalón!!! Man! ¡Que desorden!

Una hora antes, había limpiado la alfombra de la sala de estar, porque a los pequeños se les cayó...lo adivinaron, ¡Claro, que mas podía ser?Un trastito con aderezo cremoso.

viernes, enero 27, 2006

MAXIMIZANDO LOS RECURSOS

"Reuse, Reduce, Recycle"

"Re-usar, Reducir, Reciclar"

El famoso axioma de la época. ¡Ah, América!, ¡Los Estados Unidos!
La tierra de las oportunidades, la tierra del consumismo, la tierra de los millones de toneladas de basura diarias.

¡Ah, el tercer mundo! Todos los botes de vidrio se guardan, para ocuparlos con la crema, hacer sustancia de carne o poner mangos verdes a curtir. Todos los envases de gaseosas se devuelven por el depósito en efectivo o al comprar otra gaseosa, todas las cajas de regalo se repiten y repiten, así como el papel y las chongas, todos los periódicos viejos se venden, "Compro papel y botellaaaaaaa" famosísimo grito de la señora morenita que con su gran red en la cabeza pasaba por todas las calles de San Salvador, como un centro móvil de reciclaje, pagando centavos aquí y centavos allá, por el papel y las botellas que uno sacaba para vender. Siempre me sorprendía y maravillaba de ver a mi hermanita negociando papel y botellas, centavos que más tarde ella los convertía en paquines de segunda mano que le compraba al señor aquel, que no solo vendía paquines usados, pero también alquilaba, por la semana, fotonovelas a ¢0.10 y novelitas de dibujitos a ¢0.05. Cuando en la casa de mi viejita tía Elida le echaba la mano a una de esas novelitas de dibujitos, libritos cuadraditos como con cien paginitas, antes de abrirlo tenia que sentirlo con mis dedos casi todavía infantiles y cerrando los ojos pensar en cuantas gentes, en cuantos lugares desconocidos para mi, habían antes disfrutado con las mil y una aventuras de los personajes que yo apenas me disponía a conocer, en aquel mismo librito y todo por ¡cinco centavos a la semana en la comodidad de su propio hogar! ¡Hay que ver! ¡Re-usar! ¡Re-contra-usar!

Y todos los sin fin vestidos de señoras que se convierten en vestiditos de niñas, piyamitas, trapos de limpiar y por último en trapeadores.

Ninguno más clásico que el de la bolsa Lintorrey, bolsa de papel grande y fuerte con agarraderas, ¢0.10 en el mercado, en aquel tiempo, talvez para que quedara en la familia por unos dos años, usada y vuelta a usar, con las compras del mercado, para acarrear ropa, para meter cualquier cosa (hasta niños cuando llueve, como dice mi mami), siempre que quepa, reforzada hasta el cansancio, y con que pesar cuando se rompe ¡Ay, mi bolsita! ¡Tanto que me ha servido! y a sacar otro diez, y a estrenar, ¡Que sensación! Después de talvez un año de andar llevando aquella bolsa ya gastadita hasta peludita de los quiebres y con aquel olor ¡tan peculiar!

¡Re-usar, Reducir, Reciclar! Desde que tengo uso de razón y nací en el 57, plan diario de vida en El Salvador.